¿qué es la parálisis cerebral?
La parálisis cerebral es una discapacidad producida por una lesión en el cerebro que afecta a la movilidad y la postura de la persona, limitando su actividad. Esta discapacidad puede ir acompañada de una discapacidad sensorial o intelectual en mayor o menor grado, por eso nos referimos a la parálisis cerebral como una pluridiscapacidad.
La definición científica de la parálisis cerebral describe esta discapacidad como "un grupo de trastornos permanentes del desarrollo del movimiento y de la postura, que causan limitaciones en la actividad y que se atribuyen a alteraciones no progresivas ocurridas en el desarrollo cerebral del feto o de la primera infancia".
ALgunos datos
La parálisis cerebral es una de las causas más frecuentes de discapacidad motórica y la más frecuente en niños y niñas. Se estima que entre un 2 y un 2,5 por cada mil nacidos en España tiene parálisis cerebral, es decir, una de cada 500 personas. Dicho de otra forma, en España hay 120.000 personas con parálisis cerebral.
Es muy importante saber que la parálisis cerebral no se puede curar. Estrictamente no es una enfermedad, pues la parálisis cerebral, como tal, no requiere de ningún tratamiento, ni farmacológico ni terapéutico. Sin embargo, los síntomas de esta discapacidad sí que pueden ser tratados, especialmente desde cuatro áreas fundamentales: fisioterapia, logopedia, apoyos educativos y terapia ocupacional.
Así, si la persona recibe una atención adecuada que le ayude a mejorar sus movimientos, estimule su desarrollo intelectual, desarrolle su comunicación y potencie sus habilidades sociales, podrá alcanzar importantes niveles de autonomía y llevar una vida plena.
LA SALUD DE NUESTRO HIJO/A
Los signos precoces de la parálisis cerebral generalmente se muestran antes de que el bebé alcance los 3 años de edad. Con frecuencia son los propios padres los que sospechan que las habilidades motoras de su bebé no se están desarrollando normalmente.
La parálisis cerebral a menudo se manifiesta con retrasos en el desarrollo, de modo que los bebés llevan un proceso más lento para alcanzar los puntos importantes de desarrollo para su edad, como aprender a darse vuelta, sentarse, gatear, sonreír o caminar.
Los padres y madres preocupados sobre el desarrollo de su bebé por cualquier motivo deben consultar con su pediatra, que será quien pueda determinar la diferencia entre una brecha normal en el desarrollo y un retraso que pudiera indicar parálisis cerebral u otro tipo de discapacidad afín.
Es fundamental realizar un diagnóstico precoz del retraso en el desarrollo del bebé en cualquiera de las esferas durante el primer año de vida, ya que es el momento ideal para lograr mayor grado de rehabilitación en el pequeño/a..
La parálisis cerebral presenta grados de discapacidad muy diferentes, ya que puede incidir de forma leve o llegar a presentar un grado de afectación y dependencia grave, de modo que la salud del bebé dependerá del alcance de su daño cerebral.
En este sentido algunos bebés presentan escasas dificultades, mientras que otros presentan graves afectaciones. Por ejemplo, la lesión cerebral puede ser muy leve y afectar solo a la parte del cerebro que controla la marcha, o puede ser mucho más extensa y afectar al control muscular de todo el cuerpo y al nivel cognitivo.
En cualquier caso es aconsejable realizar revisiones y controles periódicos del bebé con los especialistas en los distintos campos.
Junto con las dificultades en el movimiento pueden aparecer alteraciones sensoriales, del comportamiento, de personalidad, cognitivas, comunicativas o de salud.