El 80% de las personas con parálisis cerebral tienen grandes necesidades de apoyo. Necesitan una silla de ruedas eléctrica para desplazarse, pero también el apoyo de otra persona porque por ellas mismas no pueden manejarla. Por este motivo, muchas de ellas no consiguen que se las financien. Se encuentran cada día con una rampa empinada que les impide llevar una vida como la de las demás personas.

¡Ayúdanos a cambiar esta situación para construir juntos la rampa más llana del mundo!

Muchas familias de personas con parálisis cerebral llevan años empujando sus sillas, y les está pasando factura, su salud se ve afectada con problemas en las piernas, brazos, tendones o muñecas. 

Sin embargo, no pueden acceder a una silla de ruedas eléctrica, no se la conceden porque sus hijos o hijas necesitan el apoyo de otra persona para hacerlo. Estas personas y sus familias se encuentran cada día con una rampa empinada que les impide llevar una vida como la de las demás personas.
  

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